Intervención del presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta en la sesión de la
Comisión General de las Comunidades Autónomas para debatir sobre la
aplicación efectiva de los principios de igualdad ante la Ley de todos los españoles, y de solidaridad entre las comunidades autónomas.
Para mí es una enorme satisfacción estar en el Senado y en esta sesión. Y quiero confesarles que estoy emocionado porque estoy viendo aquí la bandera de Ceuta, junto a las banderas del resto de autonomías y presididas por la bandera de España, y esto me produce una profunda emoción por dos motivos: porque confirma que Ceuta es una ciudad autónoma, que Ceuta está integrada en la estructura autonómica del Estado, y en segundo lugar porque confirma algo que para nosotros es muy importante, estamos al sur del sur, al otro lado del Estrecho, pero el sentimiento de españolidad no se devalúa cuando se cruza el Estrecho. Esto me permite a mí afirmar que, al sur del sur, en la otra orilla, el corazón de España palpita con fuerza, con muchísima fuerza.
Creo que defender la unidad y la integridad de España, defender su rica diversidad, defender la igualdad de los españoles ante la Ley, defender la solidaridad, supone defender un modelo de convivencia democrática que ha reportado prosperidad y bienestar, supone defender la Constitución.
Esto se puede acreditar en cualquier rincón de España, pero si hay un sitio en donde eso
se vive de manera cotidiana, auténtica, contundente, les puedo asegurar que ese territorio es Ceuta y nuestra hermana ciudad de Melilla.
Y lo es porque tanto en Ceuta como en Melilla estamos sometidos a unas amenazas y a
unos riesgos que no tienen parangón en ninguna otra parte de España. Amenazas y
riesgos que vienen del exterior, y algunos son internos.
Los procedentes del exterior son conocidos por todos, pero sí quiero subrayar que son
persistentes en el tiempo, que se manifiestan a través de distintas vías y que, en alguna
ocasión, se pronuncian de una manera tan rotunda como desveló el episodio de mayo de
2021, cuando se puso en jaque la integridad territorial de España a través de Ceuta y el
ánimo de los ceutíes quedó embargado de angustia, inquietud, de la amarga sensación
de estar al borde del abismo.
También tenemos riesgos interiores, de aquellos que intentan dividir el sentimiento de
españolidad de los ceutíes por razón de credos, orígenes, razas, aquellos que pretenden
arruinar nuestra convivencia porque no reconocen, no comprenden y no aprecian la pluralidad cultural de nuestra población.
Por estos riesgos y amenazas, les puedo asegurar que es muy importante cuidar, conservar y proteger los pilares de nuestro modelo de convivencia, los pilares de nuestra Constitución.
Por eso, yo vengo aquí a decir, en nombre de todos los ceutíes, que estamos y estaremos
a favor de defender y preservar el artículo segundo de la Constitución, España como patria común e indivisible de todos los españoles.
Y creo que esto que vengo a reivindicar debería ser reivindicado por todos, por los que están aquí y por los que no están aquí, porque creo que defender ese modelo de convivencia, defender el proyecto político de 1978, su sistema, significa defender el periodo de mayor prosperidad y bienestar que ha conocido España, significa defender el mayor proyecto de reconciliación nacional que hemos vivido los españoles en nuestra era contemporánea.
Este es nuestro planteamiento respecto del asunto que nos convocan, pero yo también quisiera aprovechar esta oportunidad para poner de manifiesto que la defensa de nuestra
españolidad, integridad, soberanía, solidaridad, igualdad de todos los españoles, de todos los ceutíes, recen como recen y se llamen como se llamen, tienen unas consecuencias prácticas en el bienestar, seguridad y estabilidad de nuestra tierra.
Por eso yo quiero apelar a esta Cámara para instar al Gobierno de la nación para que cumpla con Ceuta y Melilla con los compromisos adquiridos; para que active el Plan Integral para el Desarrollo Socioeconómico que se aprobó en octubre del pasado año;
para que ponga en marcha la acción contenida en la Estrategia de Seguridad Nacional; instar al Gobierno de la nación, en suma, para que no haya más retrasos, para que se
pongan en marcha esas acciones que son vitales para Ceuta, en última instancia, instar al Gobierno de la nación para que se derogue el nuevo sistema de bonificaciones a la Seguridad Social que, en realidad, ha significado acabar con las bonificaciones a la Seguridad Social que teníamos en Ceuta y Melilla; significa pedirle al Gobierno de la nación, como está recogido en la Estrategia de Seguridad Nacional, que se potencie la presencia del Estado en las áreas de Defensa, Seguridad, Justicia, Sanidad, Educación, Vivienda, Servicios Sociales… en el caso de la Sanidad, competencia de la Administración General del Estado, de manera urgente, inaplazable, por la situación de precariedad que vive en Ceuta.
Para que se garanticen los servicios y suministros básicos equiparables en condiciones de calidad a las medias nacionales; para que se fomente el tránsito hacia un nuevo modelo económico basado en más España y más Europa; para que se abarate el precio de las comunicaciones, marítimas y aéreas, para no residentes y mercancías; para que se
blinde el Régimen Económico y Fiscal especial al objeto de que no vuelva a ocurrir lo que ha pasado con las bonificaciones a la Seguridad Social, que el fuero fiscal de nuestras dos ciudades, que data del siglo XIX, se pueda modificar sin contar con la audiencia de nuestras ciudades y de los agentes económicos y sociales y, al mismo tiempo, para que se perfeccione, para que se una palanca al servicio de ese tránsito al que legítimamente aspiramos.
Pedimos al Gobierno de la nación que activen los recursos diplomáticos necesarios para
contar con una frontera bien dotada y segura, una frontera que funcione conforme a su
condición de frontera exterior de la Unión Europea, tanto en el tránsito de personas
como de mercancías; pedimos asegurar la suficiencia financiera de Ceuta para que los
condicionantes derivados de la extrapeninsularidad, la escasez de suelo, el reducido
tamaño, las dificultades para el desarrollo económico no se convierta en un obstáculo
insalvable que impida la calidad en unos servicios que, como digo, deben tener la misma calidad que el resto de España porque eso significa arraigar la población.
Lo pido con toda contundencia, lo pido con toda humildad, sabiendo que no estoy
pidiendo un imposible, lo que Ceuta y Melilla necesitan para tener unos niveles de seguridad, prosperidad y estabilidad equiparables al resto de España es una gota de agua
en el océanos de capacidades presupuestarias y financieras de nuestro Estado, Ceuta y
Melilla se merecen ese apoyo, porque, si hoy estamos aquí, es también para decir que España tiene que acudir en auxilio de España allí donde España más lo necesita. Y lo pido con toda humildad, y lo pido también con toda legitimidad, porque represento a un pueblo que no es un problema. Ceuta tiene problemas, como los hay en toda España, pero Ceuta no es un problema. Representa a un pueblo que aporta mucho a la Casa Común, a toda España y, me atrevo a decir, a toda Europa. Representa a un pueblo, y lo digo con todo orgullo, que lleva en el ADN la resistencia, en el corazón la
