En una jornada de profundo significado espiritual y emocional, los ceutíes han ido pasando a lo largo de estos tres días por el Cementerio de Santa Catalina para conmemorar el Día de Todos los Santos. Esta festividad, que honra a todos los santos y difuntos, llenó el cementerio de un ambiente de respeto y devoción.
Familias enteras se acercaron a las tumbas de sus seres queridos, adornando las sepulturas con flores frescas en un gesto de recordación y amor. El lugar se vistió de colores y fragancias mientras los visitantes compartían momentos de reflexión y recuerdo con los que ya no están.
En la puerta del camposanto, estaban situados varios puestos de flores, que llevan desde el pasado día 30 de octubre allí, para poder adquirirlas y poner a sus seres queridos. Javi, de la Floristería Lara, comenta que las flores más vendidas para esta ocasión son las clavelinas, las margaritas o los claveles, ya que «son flores que suelen gustar y en esta época del año puede aguantar un poco más». En cuanto al baremo de precios para ponerle esta ofrenda a nuestros muertos, «depende mucho en el bolsillo de cada uno, nosotros intentamos siempre tener desde el que no puede hasta la persona que puede más», y ha aclarado que «las flores más especiales, está claro, que son las rosas». La Floristería Lara ha intentado tener una gran variedad para poder adaptarse «ya que la vida hoy en día está muy cara». Durante estos tres días, los puestos han estado desde las 08:30 horas hasta el atardecer, aunque ayer «por el mal tiempo» pasaron menos personas, aunque suele ser el «día más fuerte», así nos ha contado Javi, que «el día de hoy se ha compensado».
El Cementerio de Santa Catalina se convirtió en un espacio de tranquilidad y espiritualidad, con cruces y lápidas decoradas con cariño por sus seres queridos. Las oraciones y las palabras de afecto a los que ya no están entre nosotros se hicieron eco en el aire.
El Día de Todos los Santos es una festividad que une a la comunidad en la veneración de los seres queridos y en la celebración de la santidad. La visita al camposanto es una tradición que mantiene viva la memoria y la conexión con aquellos que ya no están, recordándonos la importancia de mantener vivos sus recuerdos y su legado.
