El Gobierno de la Ciudad asegura haber activado esta semana el plan de choque con el objetivo de mejorar la calidad de la limpieza pública, para lo que se complementa la labor de TRACE, empresa encargada del servicio, con los medios propios de los que dispone la Ciudad Autónoma.
Según ha explicado el portavoz del Ejecutivo, Alejandro Ramírez, tras la reunión semanal entre presidente y consejeros, se ha diseñado un plan en dos fases: una con actuaciones inmediatas y la otra con medidas a corto y medio plazo.
De acuerdo con este plan, los trabajadores de TRACE solo se encargarán de la limpieza viaria y de la recogida de residuos, delimitando su labor y derivando el resto de tareas complementarias y adicionales, como la limpieza de playas o la retirada de enseres, por ejemplo, a los operarios de TRAGSA, Obimace y las Brigadas Verdes, cuya labor será de apoyo.
En todo caso, estas tareas complementarias se realizarán siempre de acuerdo al convenio colectivo correspondiente a cada empresa. Según Ramírez, con estas actuaciones se prevé que la calidad del servicio mejore ostensiblemente en poco tiempo.
A medio plazo, el objetivo del Gobierno local es que en el mes de septiembre eleve una propuesta de acuerdo para analizar la viabilidad de la gestión directa del servicio, al igual que en el caso de los autobuses, y estudiar el contrato de continuidad de servicios que vence el próximo 31 de enero. Lo que se busca es, según ha dicho el portavoz, contar con el máximo respaldo sindical y política durante todo el procedimiento.