El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha lanzado un mensaje a la comunidad internacional para que despliegue cuantos esfuerzos sean necesarios para frenar «de forma inmediata» el «sufrimiento insoportable e inaceptable» de los civiles en Gaza que, desde el pasado 7 de octubre, cuando Hamas lanzó contra Israel un masivo ataque terrorista, padecen las consecuencias de la respuesta armada israelí que se ha cobrado ya varias decenas de miles de vidas de palestinos.
«En fechas recientes, el conflicto en Gaza ha conmocionado nuestras vidas, nuestras conciencias, las del conjunto de la comunidad internacional. El 7 de octubre el grupo terrorista Hamas cometió uno de los más crueles atentados terroristas de la historia reciente, cuya respuesta por parte del Gobierno de Israel está provocando un sufrimiento insoportable, inaceptable, entre la población civil que la comunidad internacional debe detener de forma inmediata», ha manifestado.
Sánchez ha hecho este llamamiento en la tradicional videoconferencia que mantienen los presidentes del Gobierno con las tropas destacadas en el exterior con motivo de la Navidad. En esta ocasión, el mensaje ha estado precedido por la decisión del presidente de excluir a España de la misión internacional –Operación Guardián de la Prosperidad– que integrarán EEUU y los países de la Unión Europea para proteger del ataque de los hutíes el tráfico de mercancías en su ruta por el Mar Rojo.
En un principio, España votó en contra de la propuesta que implicaba ampliar la Operación Atalanta contra la piratería liderada por España con un buque para convertirla, de hecho, con la participación del resto de los países en la operación de protección en el Mar Rojo. La negativa española implicaba vetar la misión. Finalmente, España no impedirá la misión internacional, pero no participará en la misma.
La sorprendente decisión de Sánchez cuenta, entre sus motivos, con el rechazo expreso de su socio minoritario de Gobierno, Sumar, así como de buena parte de sus aliados parlamentarios, a formar parte de una operación que tiene como objetivo proteger el tráfico comercial y por tanto intereses económicos, mientras en Gaza la población padece los bombardeos israelíes sin que la comunidad internacional fuerce a Israel a detener los ataques.
La participación de España en la Operación Guardián de la Prosperidad exigiría el voto a favor del Congreso, algo que Sánchez sólo podría conseguir con el apoyo del PP y agrietando la cohesión del bloque de fuerzas independentistas y de izquierda radical que le dan sostén en la Cámara.
