La Policía Nacional liberó a un familiar y logró reducir al implicado de madrugada, tras un operativo de máxima tensión en la barriada de la Cuesta Parisiana.
Ceuta vivió anoche un grave incidente que mantuvo en vilo a toda una barriada. Un joven se atrincheró en su vivienda de la Cuesta Parisiana, donde retenía por la fuerza a un familiar mientras amenazaba con hacerle daño y con autolesionarse. La situación obligó a la Policía Nacional a desplegar un dispositivo de gran envergadura que se prolongó durante más de cinco horas.
Según fuentes policiales, el implicado mostraba un comportamiento extremadamente violento y llegó a manifestar que estaba armado, lo que elevó el nivel de riesgo de la operación. Hasta el lugar acudieron decenas de agentes de distintas unidades, entre ellas la Unidad de Intervención Policial (UIP) y efectivos especializados de paisano, además de un negociador de la Jefatura Superior de Ceuta.
Negociación sin éxito
El aviso se produjo en torno a las nueve de la noche. Desde ese momento, los agentes trataron de convencer al joven para que depusiera su actitud. Incluso acudió un abogado, solicitado expresamente por el atrincherado, pero la negativa persistió.
A la una de la madrugada el negociador policial seguía intentando una salida pacífica, mientras en el exterior la tensión crecía y los vecinos observaban con preocupación el fuerte despliegue.
Entrada forzosa
La situación se tornó crítica cuando el joven comenzó a autolesionarse. Minutos después de la una y media de la madrugada, tras liberar a un familiar que permanecía retenido, la Policía dio la orden de intervenir.
Agentes antidisturbios irrumpieron en la vivienda y, tras forzar la puerta, lograron reducirlo poco antes de las dos de la mañana. El operativo se resolvió sin heridos graves, aunque se activó una ambulancia para atender al implicado.
Dispositivo excepcional
El amplio despliegue no pasó desapercibido para los vecinos, que siguieron con asombro cada fase de la operación. La Policía mantuvo durante horas un férreo control del perímetro para evitar riesgos mayores.
No es la primera vez que los agentes ceutíes se enfrentan a una situación de este tipo, en la que la incertidumbre sobre la existencia de un arma convierte cada paso en una maniobra de alto riesgo. La rápida actuación y coordinación de las unidades desplazadas permitió resolver de forma “limpia” un suceso que pudo haber acabado en tragedia.
