Esta madrugada la población se prepara para dar la bienvenida al horario de invierno con el cambio de hora. A las 3:00 AM del último domingo de octubre, los relojes se retrasarán una hora, por lo que ganaremos una hora más de sueño o los que tengan que trabajar echarán una hora más, siendo el día con 25 horas. Hoy a las 3:00 serán las 2:00 (hora peninsular), marcando el fin del horario de verano con el retorno al horario estándar y dará comienzo a días más cortos y noches más largas.
Este cambio de hora es una tradición que se repite dos veces al año y se enmarca dentro de la normativa europea de la Directiva 2000/84/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, que regula el horario de verano y de invierno y que establece la transición al horario de invierno en todos los Estados miembros, del último domingo de octubre.
Durante estos meses, los españoles han disfrutado de más horas de luz natural durante la tarde gracias al horario de verano, que suele iniciar a finales de marzo. Sin embargo, con la llegada del invierno, se regresa al horario estándar.
El cambio de hora, en debate
El debate sobre la relevancia, los efectos y la abolición del cambio de hora continúa encima de la mesa en España y en toda Europa.
Los defensores argumentan que el horario de verano permite una mejor eficiencia en el uso de la luz solar, lo que podría traducirse en un ahorro de energía y para aprovechar al máximo el día. Por otro lado, los críticos sostienen que los cambios en el reloj pueden perturbar los ritmos circadianos, influir en el apetito y afectar negativamente la calidad del sueño, además de provocar un reajuste en las rutinas diarias y que se intensifica en las personas que tengan rutinas diarias rígidas, como horarios constantes para levantarse, trabajar, comer y dormir y que puede traducirse a insomnio, falta de concentración, irritabilidad y fatiga temporal, similar al jet lag al viajar. Los resultados varían, lo que refleja la complejidad de este tema.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha llevado a cabo diversos estudios para evaluar el impacto del cambio de hora en la sociedad española. Los resultados son mixtos, ya que dependen de diversos factores, como la ubicación geográfica y el estilo de vida, lo que ha llevado a un debate constante sobre si se debe continuar con esta práctica o si se debe buscar una solución más permanente.
A medida que el país da la bienvenida al horario de invierno, los ciudadanos se preparan para enfrentar días más cortos y un ritmo de vida que se adapta al cambio. A pesar de las opiniones encontradas, el cambio de hora es una tradición anual arraigada que seguirá siendo parte de la vida de los españoles y de los europeos por el momento, mientras se mantienen los debates y las investigaciones sobre su impacto.
