Marruecos considera la posibilidad de utilizar tecnología de creación de nubes para provocar lluvia artificial como respuesta a la persistente sequía. Esta técnica, implementada a través del programa «Al-Ghaith» desde la década de 1980, ha sido objeto de debate en el país vecino, siendo percibida como una medida para mejorar los niveles de precipitación. Sin embargo, algunos expertos sugieren que la eficacia de esta tecnología es cuestionable y abogan por enfoques más sostenibles, como la desalinización del agua y el tratamiento de aguas residuales.
El Ministro de Equipamiento y Agua de Marruecos, Nizar Baraka, reveló que su departamento invirtió 160 millones de dírhams (14,7 millones de euros) en el programa de siembra de nubes artificiales «Al-Ghaith» entre los años 2021 y 2023. A pesar de esta inversión, expertos cuestionan la eficacia de la tecnología y enfatizan la necesidad de explorar alternativas más modernas y sostenibles.
Abdul Rahim Hindouf, experto en agua, argumenta que la gestión ineficiente de los recursos hídricos contribuye al problema del agua en Marruecos. Destacó la desalinización del agua de mar como una solución más efectiva, citando ejemplos positivos en Arabia Saudita y otros países de la región. Además, instó a abordar las bajas cifras de tratamiento de aguas residuales y explorar enfoques más científicos. Otros expertos, como Mustafa Al-Aissat, señalan que la tecnología de siembra artificial de nubes ha demostrado ser inútil en varios intentos anteriores en Marruecos. Abogan por enfoques científicos más controlados y mencionan alternativas efectivas, como las «autopistas del agua», que han demostrado su eficacia en la región, especialmente en la conexión entre Oued Sebou y Bouregreg.
La viabilidad y eficacia de la tecnología de siembra de nubes en Marruecos están siendo cuestionadas por expertos, quienes abogan por soluciones más modernas y sostenibles, como la desalinización del agua y la gestión eficiente de los recursos hídricos. A pesar de las inversiones en el programa «Al-Ghaith», la necesidad de un enfoque basado en la ciencia y la realidad climática se presenta como crucial en la lucha contra la sequía.
En un contexto global, la búsqueda de soluciones innovadoras para combatir la escasez de agua es un tema candente. La desalinización del agua de mar y enfoques basados en la sostenibilidad, como las «autopistas del agua», se presentan como alternativas más efectivas y modernas en comparación con tecnologías tradicionales de siembra de nubes.